EL MADRID GANO AL VILLARREAL
El Real Madrid se impuso ayer al Villarreal en un entretenido
encuentro y siguió mostrando su fiabilidad en el Bernabéu para meter presión al
Atlético y al Barcelona en la lucha por el liderato.
En el primer partido de sanción de Cristiano Ronaldo, el cuadro blanco venció en un choque en el que Bale, Benzema y Jesé suplieron con garantías al portugués y en el que el equipo de Marcelino dio la cara en todo momento.
Ambas escuadras salieron al campo con una idea muy clara: la de adelantar la defensa, presionar en el centro buscando robar y, a partir de ahí, lanzar rápido el ataque para que los Bale, Benzema y Jesé por un lado, y los Giovani y Pereira por otro, jugasen como más les gusta, corriendo al espacio. El inconveniente es con ese esquema no puedes permitirte errores y menos si eres el central. Algo que le ocurrió a Dorado, a seis minutos del inicio, cuando intentó regatear al extremo galés a escasa distancia de su área y vio como el ‘merengue’ robaba el balón y se quedaba solo delante de Asenjo para definir picando ante la salida del guardameta.
A partir de ahí, al Villarreal le tocó remar a contracorriente, aunque para ello no cambió su plan. Una idea que pareció dar resultado, pero, a pesar del dominio, no llegó a inquietar a Diego López. Además, el que el conjunto blanco volvió a sacar petróleo de su defensa adelantada. De nuevo Bale, esta vez en su faceta de asistente, se marchó por la banda derecha y sirvió un pase a Benzema para que éste al primer toque la mandase a la red.
El cuadro de Ancelotti se echó atrás y lo fió todo a su defensa, pero, en esta ocasión, enfrente estaba un equipo que cuando puede mover el balón con velocidad tiene mucho peligro. En una de esas vertiginosas acciones, Mario colocó un balón en la escuadra del guardameta gallego al filo del descanso y dio esperanzas al ‘submarino amarillo’.
En la segunda mitad, el partido se volvió un ‘correcalles’, con un Madrid que no supo o no quiso controlar el duelo, y un Villarreal al que el intercambio de golpes tampoco le vino mal.
Así, fueron llegando uno tras otro los goles de Jesé, Giovani y el segundo de Benzema. Los dos tantos blancos a la carrera, el del brasileño tras ejecutar magistralmente una falta. Curiosamente, en la segunda parte, cuando tuvo espacio se vio poco a Bale, y mucho al canario y al francés.
Los últimos 15 minutos, tras el cuarto gol de los de Ancelotti, el Bernabéu disfrutó viendo a Modric dar un recital de toque, regate y visión de juego. El croata lleva tiempo siendo el jugador más destacado de un Real Madrid que cumplió el objetivo del triunfo.
En el primer partido de sanción de Cristiano Ronaldo, el cuadro blanco venció en un choque en el que Bale, Benzema y Jesé suplieron con garantías al portugués y en el que el equipo de Marcelino dio la cara en todo momento.
Ambas escuadras salieron al campo con una idea muy clara: la de adelantar la defensa, presionar en el centro buscando robar y, a partir de ahí, lanzar rápido el ataque para que los Bale, Benzema y Jesé por un lado, y los Giovani y Pereira por otro, jugasen como más les gusta, corriendo al espacio. El inconveniente es con ese esquema no puedes permitirte errores y menos si eres el central. Algo que le ocurrió a Dorado, a seis minutos del inicio, cuando intentó regatear al extremo galés a escasa distancia de su área y vio como el ‘merengue’ robaba el balón y se quedaba solo delante de Asenjo para definir picando ante la salida del guardameta.
A partir de ahí, al Villarreal le tocó remar a contracorriente, aunque para ello no cambió su plan. Una idea que pareció dar resultado, pero, a pesar del dominio, no llegó a inquietar a Diego López. Además, el que el conjunto blanco volvió a sacar petróleo de su defensa adelantada. De nuevo Bale, esta vez en su faceta de asistente, se marchó por la banda derecha y sirvió un pase a Benzema para que éste al primer toque la mandase a la red.
El cuadro de Ancelotti se echó atrás y lo fió todo a su defensa, pero, en esta ocasión, enfrente estaba un equipo que cuando puede mover el balón con velocidad tiene mucho peligro. En una de esas vertiginosas acciones, Mario colocó un balón en la escuadra del guardameta gallego al filo del descanso y dio esperanzas al ‘submarino amarillo’.
En la segunda mitad, el partido se volvió un ‘correcalles’, con un Madrid que no supo o no quiso controlar el duelo, y un Villarreal al que el intercambio de golpes tampoco le vino mal.
Así, fueron llegando uno tras otro los goles de Jesé, Giovani y el segundo de Benzema. Los dos tantos blancos a la carrera, el del brasileño tras ejecutar magistralmente una falta. Curiosamente, en la segunda parte, cuando tuvo espacio se vio poco a Bale, y mucho al canario y al francés.
Los últimos 15 minutos, tras el cuarto gol de los de Ancelotti, el Bernabéu disfrutó viendo a Modric dar un recital de toque, regate y visión de juego. El croata lleva tiempo siendo el jugador más destacado de un Real Madrid que cumplió el objetivo del triunfo.
