Hoy
se cumplen cincuenta años del debut de Pirri de blanco
Hoy se cumplen 50 años
del debut del gran Pirri con la camiseta del Madrid. Fue un 8 de noviembre de
1964 ante el Barça (4-1). Tenía 19 años. Era fichaje de ese verano. Provenía
del Atlético de Ceuta. Es allí donde le bautizan con el sobrenombre de Pepirri,
que luego derivaría en Pirri. Se fijaron en él el Español, que le descartó por
un informe de Kubala, y el Madrid. Fue Antonio Martínez Ruiz el que convence al
padre de Pirri para que firme por el club blanco. Costó 200.000 pesetas de la
época. Llegó en agosto, el año que se marchó Di Stéfano.
Tuvo que
esperar a noviembre para debutar. “Me acuerdo perfectamente. Fue la semana
perfecta. Primero ante el Barcelona y luego frente al Dukla de Praga en la Copa
de Europa. Sustituí a Puskas con el ‘10’. Le expulsaron el domingo anterior
ante el Betis. Además estaban lesionados Félix Ruiz y Pipi Suárez. Me salió
todo muy bien. Recuerdo que estando concentrado en el Arcipreste de Hita me
vino Miguel Muñoz y me dijo: “Chaval, prepárate. Juega como te entrenas y haz lo
que tú sabes”. Y eso hice. Me tocó marcar a Chus Pereda y me salieron muy bien
las cosas”, recuerda el protagonista.
En el ABC,
la crónica de aquel partido se publicó dos días después. El lunes no había
prensa. Aparece como Martínez en la alineación. En el club blanco no gustaban
los motes y de ahí que, al principio, le llamaran sólo con el apellido. A él se
refieren al final del escrito: “Apunte de las posibilidades de gran jugador que
tiene el nuevo y joven interior Martínez”.
Ese joven
de 19 años estuvo en el Madrid como jugador hasta mayo de 1980. Ganó diez
Ligas, cuatro Copas y una Copa de Europa, la de los Ye-Yés en 1966. Fue capitán
y es uno de sus jugadores emblemáticos. Destacó por su sacrificio y pundonor.
Mítica es la foto que ilustra esta efeméride. Fue cuando jugó la final de la
Copa del Generalísimo de 1968 con la clavícula rota y 40º de fiebre. Por esa
heroicidad, Bernabéu le concedió la Laureada del club. “En el Madrid fui feliz.
Tuve que cambiar mi forma de jugar. Yo lo hacía muy arriba, en la mediapunta,
pero me tocó el mediocentro. Era goleador, pero me di cuenta que tenía pocas
opciones de jugar ahí y que tenía que hacer algo más. Es lo que pasa ahora con
James e Isco, que estaban acostumbrados a jugar arriba. Los dos han cambiado su
manera de jugar: trabajan y corren. Es lo que toca en el Madrid”, recuerda para
AS.
Volvió al
club como médico del equipo. Estuvo 13 años. Durante el mandato de Lorenzo Sanz
fue el director deportivo del club hasta 2000.