TARDE DE BUEN FUTBOL EN EL BERNABEU,
REAL MADRID 5 REAL SOCIEDAD 1
El Real Madrid se impuso ayer a la Real Sociedad por un
contundente 5-1 en un encuentro en el que Cristiano Ronaldo sumó tres goles
más, y en el que al equipo de Ancelotti le bastó medio partido para pasar por
encima de su rival.
Una de las claves de la victoria es el haber encontrado, al fin, un centro del campo de su gusto. Xabi, Khedira y Modric se asientan como titulares y lo hacen cargando de razones al técnico. Además, el donostiarra, completó una auténtica exhibición. La enésima.
De uno de esos lujos del vasco nació el primer gol. El ‘14’ envió el balón a Benzema, el francés asistió a Cristiano y el luso fusiló a Bravo. En tres toques (cinco, contando los controles), el balón cambió dos veces de banda hasta que CR7 hizo el decimocuarto gol liguero.
Las dos siguientes dianas tuvieron su origen en Modric. El croata se ha hecho un hueco en el once sin hacer ningún ruido. Solo con trabajo y clase ha dejado fuera a Isco. En el 2-0 y el 3-0, el balcánico estuvo en el inicio de la jugada. Primero se aprovechó Benzema. El francés sigue cogiendo moral a base de tantos. Ya no solo se le puede elogiar lo intangible, también empieza a acumular los goles. Y lo más noticioso, el cariño del Santiago Bernabéu, que le despidió entre aplausos.
Redondear la fiesta. En el tercero, Modric encontró a Cristiano, y éste forzó un penalti para hacer el número 15 en Liga. Para redondear la fiesta, Khedira anotó el cuarto. El alemán se asomó una vez al balcón del área y Bale le encontró para redondear una gran primera parte.
El Madrid dio por finalizado el partido en el minuto 45. La segunda mitad se la tomó como un trámite. Y esta vez no hubo conato de remontada, pero la ‘siesta’ volvió a venir con pesadilla, aunque más pequeña. Griezmann dejó su sello en forma de vaselina tras un fallo de la defensa ‘merengue’.
Fueron las migajas lo que le quedaron a la Real, que no fue en el Bernabéu ni la sombra del equipo que el año pasado exprimió a su rival hasta el extremo. Solo Griezmann, la electricidad de Vela y el temple de Prieto le dieron un toque de color a un partido que no le venía en el mejor momento.
Sin Ramos, Marcelo ni Coentrao, el cuadro local no pasó problemas, pero se evidenció que la zaga es el principal aspecto a mejorar. Mientras eso llega, el equipo sigue sin finalizar un partido sin encajar goles. Algo que ahora no es importante, pero lo será cuando los títulos estén en juego.
Con el 4-1, Ancelotti regaló al público la ocasión de ovacionar a Alonso, Isco y Morata, y Cristiano se regaló a sí mismo un ‘hat-trick’ con un golazo de falta que puso el broche final a la exhibición blanca. Tres puntos más, y a la espera de que el Barça y Atlético fallen.
Una de las claves de la victoria es el haber encontrado, al fin, un centro del campo de su gusto. Xabi, Khedira y Modric se asientan como titulares y lo hacen cargando de razones al técnico. Además, el donostiarra, completó una auténtica exhibición. La enésima.
De uno de esos lujos del vasco nació el primer gol. El ‘14’ envió el balón a Benzema, el francés asistió a Cristiano y el luso fusiló a Bravo. En tres toques (cinco, contando los controles), el balón cambió dos veces de banda hasta que CR7 hizo el decimocuarto gol liguero.
Las dos siguientes dianas tuvieron su origen en Modric. El croata se ha hecho un hueco en el once sin hacer ningún ruido. Solo con trabajo y clase ha dejado fuera a Isco. En el 2-0 y el 3-0, el balcánico estuvo en el inicio de la jugada. Primero se aprovechó Benzema. El francés sigue cogiendo moral a base de tantos. Ya no solo se le puede elogiar lo intangible, también empieza a acumular los goles. Y lo más noticioso, el cariño del Santiago Bernabéu, que le despidió entre aplausos.
Redondear la fiesta. En el tercero, Modric encontró a Cristiano, y éste forzó un penalti para hacer el número 15 en Liga. Para redondear la fiesta, Khedira anotó el cuarto. El alemán se asomó una vez al balcón del área y Bale le encontró para redondear una gran primera parte.
El Madrid dio por finalizado el partido en el minuto 45. La segunda mitad se la tomó como un trámite. Y esta vez no hubo conato de remontada, pero la ‘siesta’ volvió a venir con pesadilla, aunque más pequeña. Griezmann dejó su sello en forma de vaselina tras un fallo de la defensa ‘merengue’.
Fueron las migajas lo que le quedaron a la Real, que no fue en el Bernabéu ni la sombra del equipo que el año pasado exprimió a su rival hasta el extremo. Solo Griezmann, la electricidad de Vela y el temple de Prieto le dieron un toque de color a un partido que no le venía en el mejor momento.
Sin Ramos, Marcelo ni Coentrao, el cuadro local no pasó problemas, pero se evidenció que la zaga es el principal aspecto a mejorar. Mientras eso llega, el equipo sigue sin finalizar un partido sin encajar goles. Algo que ahora no es importante, pero lo será cuando los títulos estén en juego.
Con el 4-1, Ancelotti regaló al público la ocasión de ovacionar a Alonso, Isco y Morata, y Cristiano se regaló a sí mismo un ‘hat-trick’ con un golazo de falta que puso el broche final a la exhibición blanca. Tres puntos más, y a la espera de que el Barça y Atlético fallen.