Cristiano devuelve al
Atlético a la realidad
Un año más, y van unos cuantos, el Real
Madrid volvió a llevarse el derbi de la capital de España ante el Atlético de
Madrid (2-0). Cristiano Ronaldo, de falta directa, y el alemán Özil redondearon
un resultado que si bien no estuvo basado en la brillantez sí que tuvo la
practicidad del resultado final.
La primera noticia
del derbi no llegó minutos antes de que empezara el partido, ni siquiera tuvo
que ver con los propios jugadores, sino que fue Mourinho el que acaparó los
focos. Cumpliendo con la puntualidad de esa Gran Bretaña que tanto le gusta, el
portugués se presentó solo y asomó su popularidad al Bernabéu como había
anunciado. La cita era a las 21.20 y ahí estaba Mourinho frente al estadio. Eso
sí, apenas 7.000 u 8.000 personas lo presenciaron. Hubo aplausos, también algún
pito, pero poco más. El veredicto final llegaría cuando su nombre sonó por el
video marcador del estadio, a cinco minutos para el inicio del partido y, ahora
sí, con el estadio casi lleno. Ahí no hubo dudas. Ganó Mourinho el partido que él mismo había
querido jugar. Resuelto éste, empezaba el de los puntos en juego.
El Madrid bien es
cierto que no estaba para muchas alegrías. La desventaja con el líder en la
Liga imposibilita aquello de jugar con red debajo de la cuerda, por lo que
cualquier punto debe ser peleado con más ganas que técnica, como si del último
se tratara. El Atlético, por su parte, tampoco sorprendió nadie. Un equipo
raspón en el centro del campo, con la fijación, por no decir obsesión, de
evitar que Xabi Alonso tocara la pelota. Toda una batalla
táctica sobre el tapete del Bernabéu.
Ficha Técnica:
Real Madrid 2: Casillas, Arbeloa, Ramos, Pepe,
Coentrao, Xabi Alonso, Khedira, Özil (Modric
Atlético de Madrid 0: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín,
Cata Díaz, Gabi (Tiago
Goles: 1-0 Cristiano Ronaldo (
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Arda,
Khedira, Juanfran , Miranda y Falcao
Estadio: Santiago Bernabéu
(80.000 espectadores)
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Con estos
ingredientes, se hacía harto complicado que pudiera verse un partido de
intercambio de golpes, de personajes desatados y carreras al libre albedrío.
Nada de eso. De hecho, el Atlético ni probó a Casillas en 45 minutos. El Madrid
sólo tuvo dos opciones, ambas deCristiano
Ronaldo. La segunda en un tiro de 45 metros que sacó Courtois con más apuros de lo que dicta
la imagen y la primera, gol. El gol. El que llevaba tiempo buscando CR7. Una
falta directa, perpendicular al marco rojiblanco. Mirada al frente, zancadas y
remate. Golazo. Parece que al portugués le motiva el derbi de manera especial,
no en vano, su último gol de falta lo había anotado precisamente en el Calderón frente al Atlético de Madrid.
Casualidades del destino. O igual no tanto. Poco más que comentar en un primer
acto con más brillo táctico que técnico, más para entendidos en la materia del
banquillo que para aficionados del espectáculo.
La segunda parte iba
a ir por los mismos derroteros. Ni uno ni otro estaban especialmente brillantes
en lo que a elaboración del juego se trataba. El Atlético se veía incapaz de hacer algo
provechoso cuando tenía el balón en los pies, y el Madrid no estaba
especialmente fino en el toque. Aun así, la sensación era de que si alguien
tenía que encontrarse con el gol ese debía ser el Madrid. Y eso fue exactamente
lo que pasó. La asociación entre Cristiano Ronaldo, Benzema y Özil hizo el
resto. El luso vio el desmarque de Özil y éste hizo difícil lo fácil y fácil lo
difícil, es decir, regatearse a sí mismo y marcar gol. Fue por debajo de las
piernas. Olía a sentencia.
Sin tirarse a lo loco
a por la remontada, el Atlético empezó a dejar más espacios atrás, y eso ante
un equipo como el Madrid es pecado mortal. Cristiano
Ronaldo no marcó
ni tres ni cuatro goles como otras veces, pero fue uno de los días en los que
más cómodo se encontró con el golpeo de balón en mucho tiempo. Si en la primera
marcó de falta, poco le faltó para repetir en el segundo, con un misil que sólo
el larguero pudo rechazar. Tampoco sería su último palo, ya que poco después
una espectacular contra blanca, con pase deÖzil al
propio CR7, terminó con un golpeo de izquierdas del portugués contra la madera.
No le hizo falta más al Madrid que, un año más, volvió a demostrar que al campeón
siempre hay que tenerle un respeto.
Informacion tomada de Defensa Central