LA MALA SUERTE Y EL ARBITRO DAN EL EMPATE AL MALAGA
REAL MADRID 0 MALAGA 0
El Real Madrid y la
mala suete no han podido perforar la
porteria del Malaga en un encuentro en el que el guardameta Carlos
Kameni se erigió como ángel de la guarda del conjunto de Martiricos.
Ni el buen momento de
forma que atravesaba el francés Karim Benzema, que acumulaba cuatro
partidos consecutivos marcando, ni el hambre de Cristiano Ronaldo por alzarse con el distintivo de
máximo anotador en la historia del conjunto blanco, privaron a Kameni de
marcharse de Chamartín subido a los hombros de sus compañeros. El Real Madrid,
con 30 remates, perdió contra el Málaga la precisión que tanto le ha
caracterizado.
Con Jesé Rodríguez partiendo desde el inicio, como
sucediera en Gijón durante la primera jornada, y sin Pepe, con molestias
musculares, ni Sergio Ramos,
aquejado de una luxacion de hombro contra el Shakhtar en 'Champions', Benítez
confió su bien más preciado, el de la seguridad defensiva, a la pareja de
centrales Nacho Fernández y Raphael Varane,.
El partido el Real Madrid
se noto el cansancio del partido de
Bilbao . se convirtió en un equipo y muy
previsible frente a un Málaga bien posicionado, solidario en las ayudas y que
tan solo se acercó al marco de Navas con el balón parado. Sin ideas,
recurrieron a centros laterales que no llegaron a buen puerto. Únicamente
Cristiano Ronaldo, desde la posición de nueve, puso en riesgo el cerocerismo
del marcador y, por ende, el aún vigente récord de Raúl González Blanco.
Con Isco que en la tarde de ayer no estuvo muy
afortunado en su pases y el croata Luka
Modric plagado de hombres en la marca,
apareció Jesé Rodríguez para animar la tarde a un público exigente . De las
botas del canterano llegaron las mejores opciones blancas que obligaron a
Kameni, muy solicitado frente a la insistencia local, a realizar dos estiradas
para conservar el empate hasta el descanso.
En la
segunda parte coincidiendo con la presencia de un centrocampista
más --Kovacic ocupó el puesto de un lesionado Jesé-- sobre el terreno de juego
y atosigó a un Kameni que tuvo mucha faena en su área. Se juntó el Madrid por
dentro y así nacieron las mejores ocasiones por medio de un Cristiano que no
acertaba a encontrar el fondo de la red.
En los compases finales
aplicó el Real Madrid ese plus de necesidad que se necesita para ganar los
partidos y el encuentro adquirió los tintes propios de una película clásica del
Oeste. Kameni estuvo cerca de pasar de héroe a villano al tragarse un manso
disparo de Benzema que evitó Weligton que acabara en gol y Amrabat,
expulsado con roja directa, se ganó el papel de malo del pueblo al desenfundar
el codo sobre el rostro de Marcelo.