EL REAL MADRID DE BALONCESTO A LA FINAL DE LA SUPERCOPA DE ESPAÑA
REAL MADRID 89 VALENCIA 76
Un tremendo Rudy (22) lideró la victoria del Madrid
ante el Valencia (89-76)
con Llull ejerciendo de ejecutor final con tres triples seguidos en el momento
más delicado.
Hizo cinco sin fallo, cuatro en el
último cuarto, para doblegar al Valencia, que se hundió en la segunda parte. El
Madrid busca su tercer título consecutivo
El Madrid se llevó un genuino partido de pretemporada para
meterse en la final de la Supercopa y buscar su tercer título consecutivo en la
competición. Los blancos demostraron escaso rodaje, pero disponen de un arsenal
copioso y, sobre todo, talento suficiente como para compensar todo lo demás,
incluida una defensa aún por construir.
Las estadísticas
En un ambiente frío, con numerosas imprecisiones y escaso
ritmo por culpa del concierto de silbato de los colegiados, Llull ejerció de calefactor.
Los triples del base en el último cuarto acabaron doblegando a un Valencia que,
como la temporada pasada, promete ser la mayor amenaza para los dos grandes.
Será el equipo duro de siempre.
Los valencianos, más cuajados a estas alturas, comenzaron
mandando ante la pasividad defensiva del Madrid (8-16, min 5). A los blancos,
que han tenido a toda la plantilla al completo por primera vez esta semana y a
los que les faltan automatismos, les mantenía Rudy. Los de Perasovic comenzaron
a sufrir con las faltas de Loncar y Lishchuk, sus dos rocas interiores.
El jugadón
Mejoraron los madridistas con Campazzo, que pisó pista
antes que Sergio -no salió hasta después del descanso y jugó poco-, y Mejri,
que impuso su estatura. Sin embargo, el Valencia se fue arriba al final del
primer cuarto (19-26). El Madrid hacía la goma y sus fichajes no terminaban de
aportar. Ayón salió con tantas ganas en el minuto 14 que en el 17 ya estaba en
el banquillo con tres faltas. Nocioni, ovacionado en su regreso al Buesa Arena,
vivió un constante ataque de ansiedad. Sólo se liberó en el minuto previo al
descanso. Anotó un 2+1 y un triple que forzaron el empate al irse a los
vestuarios (43-43).
El Valencia había sido mejor, pero a los blancos les
salvaba el talento. Quedó patente en la reanudación, ya con Sergio en pista.
Nocioni anotó su octavo punto para poner por delante al Madrid por primera vez
en el partido. Rudy desplegó sus virtudes, penetración y dos lanzamientos
exteriores, y los blancos amenazaron con despegar ayudados por una ligera
mejoría defensiva (56-49, min 25). Esta vez fue el Valencia quien mostró su
mejor virtud: la entereza.
Pese a bajar sus
prestaciones, aguantó la embestida de su rival a falta del cuarto definitivo
(60-58). Pero se le fueron agotando las baterías. La puntería de Van Rossom le
dio un aliento que le arrebató Llull con tres triples casi consecutivos y otro
añadido de Rudy, que se fue al banquillo con 21 puntos mediado el último cuarto
lamentándose de un golpe. Loncar hizo lo posible por apretar el marcador, pero
emergió la figura de Felipe y su capacidad reboteadora. El capitán, a base de
tiros libres, encarriló el choque para el Madrid (82-74, min 38), que disfrutó
de los primeros puntos de Ayón -dos tiros libres en el último minuto- y de un
triple estratosférico de Llull para cerrar el choque. Fue el quinto sin fallo
que anotaba. Él no entiende de descansos ni pretemporadas.
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