EL REAL MADRID VENCE AL CAI ZARAGOZA
REAL MADRID 78 CAI ZARAGOZA 70
En un Palacio de los Deportes que escuchó el último himno blanco, el Real Madrid recibió al CAI Zaragoza reeditando las semifinales del año
pasado. En esta ocasión, se trataba del primer partido de una eliminatoria a
tres, corta y traicionera en la que el primer punto se ha quedado en
Madrid (78-70).Los hombres de Laso sabían la importancia que
tenía el partido: con la ventaja de campo, querían asegurar la victoria para
evitar complicaciones. Los aragoneses llegaban sin presiones y con el objetivo
de plantar cara al campeón, que no pudo contar con Rudy como tampoco Abós con Norel. El CAI,
liderado por Sanikidze, no se fue nunca del partido, pero el Real Madrid no
desaprovechó las pausas que sufrió el ataque maño. A los blancos,
intermitentes, les bastó un baloncesto poco vistoso para remontar un par de veces y golpear primero.
En la
Plaza de Felipe II disfrutaron de un inicio de partido bonito. El CAI plantó cara al Real Madrid y lo
hizo jugando bien, sin dar muchos goles, exhibiendo un estilo valiente que
le permite luchar de tú a tú hasta que las fuerzas aguantan. Los primeros
puntos fueron para los maños que sentían, de forma permanente, el aliento de
los madridistas, muy acertados desde la línea de triples. Los hombres de Abós exhibían puntería en los tiros de campoaprovechando
muy bien las situaciones derivadas de los cambios en el Real Madrid. Y fue,
precisamente, el movimiento de banquillo de Laso el que situó a los suyos por
delante en el marcador en los primeros compases del primer cuarto.
Era la primera vez que los blancos mandaban en el luminoso y lo
hicierongracias a
Felipe Reyes (6
puntos, 3 rebotes y 9 de valoración en tres minutos y medio). La salida del
capitán y del Chacho supuso un punto de
inflexión para un
CAI que, liderado por Sanikidze, se bloqueó en ataque. El Real Madrid ya había
dado un paso adelante y la ventaja estaba en su parte de la cancha (19-18). Con
el Chacho dirigiendo y Reyes anotando, el actual campeón puso la directa. Abós
buscó una reacción para recuperar la claridad perdida. Al CAI le costaba cada
vez más ante la agresiva defensa del Real Madrid. El ataque estático de los
maños le llevaba a buscar situaciones en las que poder pillar desprevenido a su
rival porque, a esas alturas, lo único que les mantenía con vida eran los
rebotes.
Pablo Laso sentó a un Chacho poco acertado
porque el equipo sufría en ataque, pidió más faltas al contraataque y no
consiguió dar continuidad al juego de un Real Madrid que no acertaba a coger
velocidad de crucero.Alternaba momentos buenos y malos, pero mantenía la frecuencia
anotadora para seguir mandando en el marcador. Su
máxima diferencia llegó a ser de ocho puntos, pero un trabajador y ambicioso
CAI recortó distancias antes de irse al descanso (39-33) sabiendo que tanto
ellos como su rival habían firmado una buena primera parte.
Tras el paso por vestuarios, el Real Madrid quiso romper el
partidoabriendo una brecha que se fue ensanchando poco a poco.
Y en esa misión,los
triples marcaron la diferencia: a los
madridistas les entraban todos, a los maños casi ninguno. El CAI encadenó siete
u ocho ataques en los que sólo anotó una canasta; pasar más de cuatro minutos
con esa sequía frente al campeón es poner las cosas muy fáciles. Con semejante
escenario, el Real Madrid no perdonó. No era un equipo vistoso, pero había
cerrado caminos en defensa impidiendo que su rival se
agarrase a su tabla de salvación, los rebotes en ataque. Fue entonces cuando Abós
decidió cambiar su defensa y pasó a hacerlo en zona intentando erradicar la facilidad con
la que los blancos encontraban canasta.
El Real Madrid mantenía su media aproximada de
20 puntos por cuarto, es decir, no perdía ritmo anotador. Cuando la bocina
señaló el inicio del último cuarto, los blancos ganaban 55-48 después de que el CAI redujese la ventaja de 14 puntos a 7 gracias a la defensa en zona. Los
hombres de Abós, que pedía intensidad, consiguieron que el Real Madrid perdiese
el pulso al partido viéndose obligado a rearmarse. Los triples de Llull y Draden sumados a la perenne presencia de
Reyes volvieron a poner las cosas en su lugar
para los locales mientras el CAI veía cómo se le agotaba el tiempo. El conjunto
aragonés, tenaz, se negó a entregar el partido y a 50 segundos del final vio al
Real Madrid a seis puntos. Abós instaba a los suyos a creer con cambios constantes, pero
la última canasta se tiñó de blanco y el primer punto de la eliminatoria se
quedó en el Palacio de los Deportes.
Noticia tomada del el Confidencial